La relación entre Portugal y los Caballeros Templários es un fascinante y complejo tema histórico que ha intrigado a investigadores y académicos a lo largo de los siglos. La Orden de los Caballeros Templarios fue fundada a principios del siglo XII con el propósito de proteger a los peregrinos cristianos que viajan a Tierra Santa durante las Cruzadas. Sin embargo, su influencia se ha extendido más allá de las fronteras palestinas, llegando a Europa occidental, incluido Portugal.
La presencia de los templarios en Portugal comenzó en la segunda mitad del siglo XII, después de la conquista de los territorios musulmanes en el sur del país, durante el proceso conocido como la Reconquista Cristiana. La Orden de los Templos recibió tierras y privilegios del rey Alfonso I de Portugal en agradecimiento por su ayuda en la lucha contra los moros. La presencia de los templarios en Portugal se ha extendido durante unos dos siglos, y se han convertido en un importante elemento en la sociedad y la economía del país.
El vínculo entre Portugal y los templarios se ha fortalecido por varias razones:
1. Contribuciones militares: Los templarios eran conocidos por su entrenamiento militar, disciplina y habilidades tácticas, lo que los convirtió en una fuerza valiosa en la lucha contra los musulmanes durante la reconquista cristiana en Portugal.
2. Tierras y privilegios: los templarios recibieron donaciones de tierras y propiedades en Portugal, lo que les dio poder económico e influencia en la sociedad.
3. Rutas comerciales: La Orden de los Templarios fue la responsable de crear y proteger las rutas comerciales, que contribuyeron al desarrollo económico del país.
4. Banco Temporal: La Orden estableció una red de bancos que permitió financiar diversas actividades, como la construcción de castillos, iglesias y fortificaciones.
5. Apoyo real: Los templarios fueron protegidos por sucesivos reyes portugueses, que vieron en la Orden una manera de aumentar su poder y prestigio.
Uno de los principales referentes de la presencia de los templarios en Portugal es el Castillo de Tomar, conocido como el Convento de Cristo, una de las principales fortalezas de la Orden Temporal en la Península Ibérica. La construcción del castillo comenzó a mediados del siglo XII y fue ampliado y modificado a lo largo de los años por los templarios y más tarde por los sucesores de la Orden, los Caballeros de Cristo.
Sin embargo, la historia de los templarios en Portugal no ha estado sin controversias y conflictos. En 1307, el rey Felipe IV de Francia ordenó el encarcelamiento de los templos en sus territorios y los acusó de herejía, lo que llevó a la disolución de la Orden en grandes partes de Europa. En Portugal, el rey Dinis I resistió la presión de Felipe IV e inicialmente protegió a los templarios en el país. Sin embargo, en 1312, el papa Clemente V decretó la abolición de la Orden de los Templos en todo el cristianismo, llevando a la extinción oficial de la Orden en Portugal en 1319.
Las propiedades y tierras de los templarios en Portugal fueron transferidas a la recién creada Orden de Cristo, una sucesora espiritual de los templares, que mantuvo el patrimonio y el conocimiento de la antigua Orden. La Orden de Cristo continuó desempeñando un papel significativo en la historia de Portugal, participando en las grandes velas y en el establecimiento del imperio portugués de ultramar.
En general, la relación entre Portugal y los caballeros templarios se ha caracterizado por una colaboración estratégica, militar y económica que tuvo un impacto significativo en la historia del país. Los templarios dejaron un importante legado cultural y arquitectónico en Portugal, y su presencia influyó en la forma en que la sociedad portuguesa se desarrolló a lo largo del tiempo. Sin embargo, también ha habido momentos de tensión y controversia, especialmente cuando la Orden fue perseguida y extinta en todo el mundo cristiano en el siglo XIV. Es a través de estudios cuidadosos e investigaciones históricas que podemos comprender mejor la rica y compleja relación entre Portugal y los Caballeros Templários
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