Todo lo que sabemos sobre la etnia gitana es que ha padecido y padece una fuerte discriminación y que no tiene ningún país ni territorio propio. Pero, claro está, no siempre fue así. Entonces, ¿cuál es el origen de los gitanos?
La palabra gitano deriva del vocablo “egiptano”. Y es que antiguamente se creía que los gitanos eran originarios de Egipto, pues llegaron a la península desde este país y tenían, además, “la piel oscura”. Sin embargo, investigaciones de genetistas, lingüistas y antropólogos han permitido confirmar que el punto de partida del largo recorrido del pueblo gitano se sitúa en la India.
El estudio del idioma propio de los gitanos, el romaní, confirmó que se trataba de un idioma índico, muy similar al panyabí o al hindi occidental. Las huellas dejadas por esta lengua han permitido trazar un mapa lingüístico que revela el extenso recorrido del pueblo gitano. De esta forma, el origen del pueblo gitano se ha ubicado en el noroeste de la India, en la actual frontera entre la India y Pakistán. Este descubrimiento lingüístico ha sido respaldado por estudios genéticos. Además, varios pueblos cuyas danzas se asemejan mucho al flamenco, viven hoy en el estado indio de Rayastán.
Su recorrido por el mundo
Es aceptado por la mayoría de los investigadores que los “rom” podrían haber abandonado la India en torno al año 1000, atravesando lo que ahora es Afganistán, Irán, Armenia y Turquía.
Parte de la historia y cultura de esta etnia, incluidos el motivo por el que migraron de la India y el estatus social que ocupaban por aquel entonces, sigue siendo un auténtico misterio. Unas teorías sugieren que fueron originariamente individuos pertenecientes a una casta inferior (llamados “los intocables”), reclutados y enviados a luchar al oeste contra invasión musulmana. O tal vez los propios musulmanes conquistaron su territorio, los esclavizaron y los trajeron al oeste, donde formaron una comunidad separada. Por qué los gitanos escogieron continuar viajando hacia al oeste en lugar de regresar a su tierra constituye otro enigma.
En el siglo XV, a causa de las incesantes guerras entre bizantinos y pueblos tártaros y turcos, los gitanos iniciaron una nueva migración. Su primera parada importante se registró en Grecia, en el puerto de Modón, también conocido como “pequeño Egipto”. Su recorrido continuó por Europa Central, donde el Rey de Bohemia les brindó resguardo y protección. De ahí que también se los llame “bohemios”.
El siglo XV puede considerarse como la edad de oro de los gitanos en Europa ya que, si bien es cierto que fueron expulsados con frecuencia, los prejuicios acerca de su forma de vida no estaban todavía arraigados. Los primeros gitanos que llegaron a Europa deambulaban de país en país relatando las más extraordinarias y misteriosas historias sobre su procedencia.
Más adelante, cuando desapareció la curiosidad por lo desconocido, empezó la discriminación. La mayoría de la gente los consideraba invasores y delincuentes y, lentamente, se fueron convirtiendo en un desafío para los poderes establecidos, para la población sedentaria y para la religión dominante. En el siglo XVI empezaron las persecuciones y castigos. De esta forma, en busca de un territorio donde se los respetara y acogiera, fueron recorriendo todo Europa. Y así hasta nuestros días.
Pero a pesar de todas las persecuciones y genocidios sufridas durante siglos, aún permanece la esencia de la cultura gitana, esa forma espontánea y natural de vivir la vida. Además pese a la dispersión geográfica y cultural que supone pertenecer a tantas nacionalidades distintas, los gitanos conservan unas señas de identidad mayoritariamente comunes: el idioma romaní y un estilo de vida ancestral basado en la tradición, los vínculos familiares y la cohesión del grupo. Y es que los gitanos son, en definitiva, una nación cultural o nación sin estado.
Una muestra de la indudable identidad común de los gitanos es el uso de la palabra “payo”, con la que designan a los que no son gitanos. Los campesinos catalanes fueron los primeros pobladores locales que el pueblo gitano encontró cuando llegó a la península. Ello explicaría porque los recién llegados empezaron a llamar “payos” a los no gitanos.
Los gitanos tienen pueblo, y es la India, por lo que tenemos que hacer es enviarlos allí como ya hicimos con los judíos a Israel.
ResponderEliminar@Breda porque tu lo digas, racista de mierda, que siempre estais igual cada vez que veis nuestra historia ya ataquais de forma racista, un payo jamas entendera a los gitanos la forma de ver, de sentir, y conocer las cosas, eres muy inculta
ResponderEliminarAquí la única mierda que hay eres tú además de retrasado y racista aunque eso último ni seas consciente por tu poca consciencia que tienes.
EliminarClaro, los españoles y demás jamás entenderán por qué nunca trabajáis de modo normal y honrado, jamás entenderemos por qué sois una panda de ladrones de todo tipo con tal de no trabajar, jamás entenderemos por qué sois unos parásitos que viven de la pena-coacción, y jamás entenderemos por qué sois tan cobardes que vais en manada a atacar a uno en vez de un cara a cara cuando hay una trifurca y el origen de la pelea siempre empieza los gitanos.
Así que el inculto lo eres tú y eso se demuestra el nulo nivel de estudios de los gitanos a pesar de los esfuerzos por integraros que no queréis porque sois más felices siendo parásitos del sistema ya que es lo único que sabéis hacer.
Pues no, ya no, lo mejor es coger a todos los gitanos que no son trabajadores honrados, darles la nacionalidad hindú que de hecho ellos os reconocen como indios, quitaros la nacionalidad española y rezar como residentes y obviamente extraditar a todos los gitanos non gratos que no den un palo al agua o tengan antecedentes (la gran mayoría) y se se acabó el racismo.