Dos antífonas templarias Beatus vir Theobaldus-O conditor Theobalde. Ms. H-111 Dijon
En el archivo de la ciudad de Dijon hay un manuscrito de finales del siglo XIII que contiene dos antífonas a San Teobaldo. Probablemente las únicas partituras que aparecen en una regla templaria. El manuscrito fue robado del archivo en 1985. Utilizando la única copia en microfilm, el músico y divulgador Luis Antonio Muñoz las ha reconstruido y grabado para que puedan ser escuchadas por primera vez, después de siete siglos.
La regla del Templo sirvió para organizar el funcionamiento de la orden templaria, tomando como modelo las reglas monásticas. Regulaba aspectos logísticos, económicos y rituales de la orden. Con citas musicales, nombraba varios salmos y escrituras que se utilizaban en ceremonias.
No conservamos ningún manuscrito de la primera regla templaria original. Las únicas tres copias de la regla son de los siglos XIII y XIV. Los primeros originales de la regla se encuentran en París (Mazarin, 780 anc. 7908), Roma (Lincei, Cod. 44 A. 14) y Dijon (Cote D’or Ms. H-11). El manuscrito de Dijon es el único con estas partituras que han sido grabadas por primera vez en la historia.
Durante el período de 1119 a 1307 en el que la orden estuvo en vigor, la regla original pasó de tener 76 artículos iniciales a su redacción final con un total de 686 artículos que regulaban todos los aspectos de la vida de un templario. Entre los posibles destinatarios de esta música están: Teobaldo de Vienne (c.927-1001); Teobaldo de Alba o Roggeri (c.1100-1150) o Teobaldo de Marly, fallecido en 1247.
El más probable es Teobaldo de Provins (1033? -1066), “Confesor” en el Acta Sanctorum y venerado por sus milagros curativos. Teobaldo quería ser ermitaño y ejercía la pobreza, rechazando las armas. Pero las imágenes frecuentemente lo representan armado y a caballo. Todo indica que los templarios usaban su música solo en su asistencia a los oficios monásticos y en algunos rituales. La única flexibilidad en sus obligaciones monásticas ocurría en tiempos de guerra.
ANTÍFONA 1 Para San Teobaldo debe interpretarse en las primeras Vísperas como Antífona del Magnificat. “Santo varón Teobaldo, nacido de noble extirpación, que desde temprana edad decidió rechazar en la vida todas las riquezas de este mundo. Hombre pobre, seguiste a Cristo en su pobreza”. Para el Magnificat (… Seculorum Amen).
ANTÍFONA 2 Debe interpretarse en las segundas Vísperas como Antífona del Magnificat. “Oh confesor Teobaldo, medicina virtuosa, tú que nos sanas desde el cielo, permítenos alcanzar el propósito de adorar la virtud en nombre del Espíritu Santo”. Para el Magnificat (… Seculorum Amen).
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