La bajante del río Paraná permitió que un grupo de paleontólogos encontraran material óseo de una ballena en los sedimentos del arroyo Las Hermanas. Se presume que los fósiles fueron intervenidos por los primeros pobladores de la zona
El río Paraná está experimentando una excepcional bajada de su caudal. Una de las hidrovías más importantes de la región redujo su afluencia a niveles dramáticos. La tendencia permanece en baja desde hace dos meses y amenaza la normalidad de la actividad económica y portuaria en la zona. En un escenario donde la falta de calado afecta las economías regionales y produce el desabastecimiento de combustible, hallaron, además del esqueleto del buque "Carmen Ligera" que se hundió en el río Paraná el 21 de agosto de 1921, restos óseos de una ballena en los sedimentos del arroyo Las Hermanas, en la ciudad de Ramallo, al norte de la provincia de Buenos Aires.
Son fósiles de 5.500 años de antigüedad de una ballena franca austral. En una campaña de recorridos arqueológicos y paleontológicos que se aprovechan de bajantes excepcionales, encontraron cuatro sitios de estudio donde rastrear restos de humanos y animales que vivieron en el Holoceno Medio en la zona. En uno de ellos encontraron abundante material óseo de una ballena.
El material consiste en cuatro vértebras dorsales, un omóplato, algunas vértebras caudales y cervicales, que son las que determinan la especie. Hace seis años encontraron, a 800 metros del lugar donde descubrieron los restos fósiles de la ballena franca austral, material ósea de una ballena jorobada.
Miguel Ángel Lugo, director interino del Museo Histórico Hércules Rabagliatti de Ramallo y uno de los encargados del hallazgo, explicó en diálogo con Infobae: "Se presume que diferentes especies de ballenas convivían en la zona. Ese ballena encontrada tenía vestigios de actividad humana: se hallaron restos líticos de piedras, zonas que algunos presentaban rasgos de cortes. Era una evidencia de que los primeros pobladores consumieron la ballena o aprovecharon los recursos".
Este descubrimiento fue relevante porque indica que el hombre habitó esa zona muchos años antes de lo que se creía. Los primeros rastros de intervención humana databa de 2.400 años, pero tras una datación de radiocarbono (un método para determinar la edad de materiales que contienen carbono) verificó que habían sucedido hace 5.500 años.
"El hallazgo de estos restos fósiles nos cuenta cómo era el ambiente donde vivieron y murieron estas ballenas hace decenas de siglos atrás, cuando el mar ingresó más de 200 kilómetros adentro de su lugar actual", analizó Lugo, quien explicó que la fauna marina habitaba la zona por la creciente marina que ocurrió hace siete mil años atrás por el derretimiento de los polos.
"Pensamos que este nuevo hallazgo tiene más importancia que los anteriores. Sencillamente por el material encontrado y porque la ballena franca austral es muy simbólica para nuestro país. Presumimos que también hubo intervención humana en estos restos fósiles", reveló el experto. El procedimiento recién está en el nivel 1, donde se hacen trabajos más finos.
El trabajo se enmarca en el proyecto de investigación arqueológica sobre el humedal del río Paraná Inferior a cargo de Dr. Daniel Loponte. Este hallazgo corrobora el último de los ingresos marinos que intervinieron en el paisaje del tramo final del río Paraná al convertirlo en un ambiente de estuarios donde se depositaron los restos del primer cetáceo registrado para la región.
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