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viernes, 13 de octubre de 2017

La extraña particularidad de los planetas enanos

Uno de los más conocidos es Plutón, cuya clasificación en esta categoría es muy reciente. Hoy la ciencia determinó que estos cuerpos pueden poseer anillos como los planetas gigantes. Por qué es importante este descubrimiento



Pese a que en la astronomía el concepto de "planeta enano" es sumamente conocido, en el común denominador de la gente su reconocimiento es casi escaso. El término se convirtió en popular tras la designación de Plutón bajo esta categoría en 2006. El planeta descubierto por hace 76 años por el científico estadounidense Clyde Tombaugh (1906-1997), fue objeto de disputa durante décadas hasta su actual denominación.

Los planetas enanos son cuerpos celestes que están en órbita alrededor del Sol y que tiene suficiente masa para tener gravedad propia para superar las fuerzas rígidas de un cuerpo, de manera que asuma una forma equilibrada hidrostática, es decir, redonda, y que ha despejado las inmediaciones de su órbita. Lo único que lo diferencia de un planeta convencional es imposibilidad de limpiar la vecindad de su órbita.

La ciencia logró descubrir cinco planetas enanos hasta el momento: Plutón, Eris, Makemake y Haumea, que son objetos transneptunianos (es decir, están más allá de Neptuno), y Ceres, situado en el cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter. Pero un reciente descubrimiento en uno de ellos no dejó de sorprender a los expertos en la materia. La existencia de un singular anillo en Haumea.

"Hemos descubierto que los planetas enanos también pueden tener anillo", señaló en una nota José Luis Ortiz, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, que encabeza el trabajo.

Este planeta enano que tiene forma de balón de rugby gira muy rápido -su 'día' dura cuatro horas- y está compuesto en gran parte por agua helada, pero además, hoy también, cuenta con un anillo propio formado probablemente por fragmentos de roca y hielo. Se trata del primer descubrimiento de esta característica en uno de los planetas enanos conocidos hasta hoy por la ciencia.

Hasta ahora solo se conocía la existencia de anillos alrededor de los planetas gigantes, como Saturno y Júpiter, y alrededor de algún cuerpo menor, como Cariclo, el primero en el que se halló uno (la Unión Astronómica Internacional clasificó en 2006 los objetos celestes en planetas, planetas enanos y cuerpos menores). El asombroso anillo se encuentra a una distancia de 2.287 kilómetros respecto al centro de Haumea y es más oscuro que la propia superficie del planeta enano.

La explicación para la formación del anillo en Haumea son varias; pudo surgir tras una colisión con otro objeto o por la liberación de parte del material superficial -hielos, materiales orgánicos y rocas- debido a la rápida rotación del planeta.

"El mecanismo de expulsión podría ser mixto, colisional y rotacional, ya que una colisión no muy enérgica puede ser suficiente para arrancar gran cantidad de materia cuando el cuerpo rota muy rápido", detalló Ortiz a Efe.

En cuanto a cuándo se formó, la impresión de Ortiz es que puede ser muy antiguo, formado en las primeras fases de desarrollo del sistema solar, quizá en la época de inestabilidad dinámica que pudo dar lugar al proceso conocido con las siglas LHB (late heavy bombardment) -bombardeo intenso de cuerpos contra la Tierra y Luna algunos cientos de millones de años después de la formación del sistema solar-.

"En esa etapa de inestabilidad hubo una gran cantidad de colisiones violentas, pero la formación quizá pudo ser anterior o posterior, aún no tenemos maneras de poder datar la edad de los anillos en el sistema solar", agregó el especialista.

Los investigadores predijeron que Haumea pasaría delante de una estrella el 21 de enero de 2017 y doce telescopios de diez observatorios europeos observaron el fenómeno, lo que posibilitó que se pudiera reconstruir con mucha precisión la forma y tamaño, con la sorpresa de que el planeta es bastante más grande -entre un 20 y 30 %- y menos reflectante y denso de lo pensado.

"Este primer hallazgo de un anillo alrededor de un objeto transneptuniano muestra que la presencia de anillos podría ser mucho más común de lo que se creía en los este tipo de sistemas", agregaron los especialistas.

Fuente: Infobae.com

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